sábado, 3 de noviembre de 2007

A FAVOR DE ESTAR EN CONTRA

Ejemplos de dialéctica contemporánea

Resumen de las opiniones recogidas por messenger de 6 jóvenes españoles*.

Hoy: música electrónica

EN CONTRA: Dicen que estamos en una época decadente. Nuestra historia milenaria llega a su fin, la cultura de occidente se derrumba, y un sentimiento de dignidad la empuja a aniquilarse antes de que otra cultura lo haga por ella: quien se acostumbra a decidir no puede soportar dejar de hacerlo cuando se trata de su propio destino. La música electrónica es el gran ejemplo de cómo nuestra cultura apuesta por el vacío como un modo de asumir su final. Y aunque entendamos a qué responde, es un nihilismo insufrible. Igual que el posmoderno rechaza al ilustrado, la electrónica europea rechaza la tradición de su música melódica, a la que parodia para conformar parte de un asesinato mayor, el de nuestra historia y de nuestra memoria. Pero sigue habiendo gente como yo, que no cree que nuestra cultura deba morir, que no cree que la memoria deba ridiculizarse. Porque esa memoria es lo único que somos. Rechazarla -rechazarnos-, apostar por la autodestrucción, es un ejercicio de cobardía que a muchos se nos hace insoportable.

A FAVOR- Decir que la música electrónica no tiene sangre ni corazón, que es sólo diversión, un hueco absurdo que no deja poso, no sólo es una patraña (pues tenemos a Plaid o Boards of Canada, además de Eno o Badalamenti, ¿o qué creíais que era eso que sonaba en Twin Peaks sino electrónica?). Además es peligroso. Negar que la electrónica sea música es instaurar un fascismo estético. Y destruir la gran regla del juego de la historia, su inercia. La posmodernidad es nuestro sitio, lo queramos o no. Y es un sitio que se dedica, en resumen, a hacer un balance de su predecesora, la modernidad. Es un punto de llegada, donde la historia, al encontrar por primera vez un freno a su objetivo inconsciente (su tendencia al cambio, negada desde la castrante globalización) ha decidido detenerse para leer su propio texto y encontrar la solución al problema que la despoja de sentido. Para corregirlo, llenarlo de tachones, descontextualizar sus frases, tomar notas al margen, reconstruir sus ruinas y volverlas a destruir. Y lo hace con alegría y cinismo, utilizando la fría herramienta de una máquina para parecer -y éste es uno de sus juegos- que es objetiva. Parte de la música electrónica, no toda, es la punta de lanza de esta práctica reelaboradora que la historia nos obliga a hacer. Deberíamos estar agradecidos de que eDIT, Venetian Snares o Aphex Twin se encarguen de ese responsable trabajo arqueológico. Hemos tomado caminos equivocados para llegar a la globalización. Y la electrónica es la metáfora de una reelaboración de nosotros mismos. Echándole un vistazo al mundo, ¿acaso queda otra actitud? ¿acaso queda otra actitud crítica?



* Juan Carlos Pavón, traductor, 32 años, Madrid; Paco Ortega, profesor de secundaria (lengua), 43 años, Granada; David Padierna, creativo de publicidad, 34 años, Madrid; José Blasco, profesor de secundaria (filosofía), 32 años, Valencia; Javier Martín, estudiante y cartero, 25 años, Barcelona.